Cuando la mujer es joven pero tiene una baja reserva ovárica o alguna patología que puede perjudicar su fertilidad. Cuando una mujer (sola o en pareja) tiene claro que quiere ser madre pero por diversos motivos desea postergar la maternidad hasta después de los 38 o 39 años, que es cuando sus posibilidades caen drástica y progresivamente. Cuando los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer pueden preservar su fertilidad antes del tratamiento oncológico y someterse a tratamientos de reproducción asistida una vez superado el tumor.