Una investigación sobre métodos de fecundación in vitro, centrada en el estudio de parejas con al menos tres fracasos, es decir con parejas de muy mal pronóstico, concluye que la transferencia de blastocitos supone un proceso de selección natural de embriones que permite alcanzar un 44% de éxitos en la implantación de los mismos y reduce el riesgo de embarazos múltiples.
Aunque este trabajo no perseguía esa finalidad, de él se dedujo que existe una manera de selección basada en la capacidad evolutiva de los embriones hasta el estadio de blastocisto que no maneja criterios propios de laboratorio sino que deja la selección en manos de la propia naturaleza, mediante embriones de cinco o seis días de vida. Con unos buenos medios se hace una selección previa y no se transfiere dos o tres embriones sino uno. Esa selección permite aumentar las tasas de implantación reduciendo el porcentaje de embarazos múltiples.
De acuerdo con estos criterios Al fomentarse transferencias directas de embriones de cinco o seis días han subido los porcentajes de manera eficaz (hasta un 65%) y de ello se concluye que, ya de entrada, la transferencia de blastocitos puede ser una solución eficaz a futuro.
«Esta propuesta tiene, sin embargo, una condición imprescindible: que haya suficiente cantidad embriones para que puedan llegar al centro diana en este viaje de cinco días. En este proceso de selección alguno se muere y, por lo tanto, es necesaria la condición previa de que haya un número suficiente de embriones. O dicho de otra manera, que a la mujer se le haya podido sacar un número suficiente de ovocitos, algo que no siempre es posible.